ELCHE SINGULAR

INTRODUCCIÓN

A partir de 1890 y hasta 1923, después de casi cien años sin construir en Elche ninguna extensión urbana, se plantaron y construyeron pequeños ensanches, “barrios”, a levante y mediodía del pueblo antiguo, apoyándose en el trazado de la carretera de Alicante y del antiguo cardo de la centuriación de Illice. Fueron los llamados barrios del Carmen (1890), de San San Miguel (1897), de “Pataes” (1900), de Chinchilla (1902), de Gil (1911), de Tripa (1922) y de Barrera (1923).

EL BARRIO DE TRIPA

Situado en el extremo sur de la población, junto a la carretera de Dolores y limítrofe con el arrabal de San Juan, fue otro de los pequeños ensanches que se construyeron sobre los huertos de palmeras durante el primer cuarto del siglo XX. En una nota escrita en la portada del expediente de construcción del barrio, Pedro Ibarra advertía que no de debía de decir “huerto de la Tripa”, sino solo “huerto de Tripa” puesto que tomaba el nombre de un propietario anterior, Antonio Tripa.

El huerto de Tripa tenía forma triangular y se encontraba perfectamente delimitado por tres vías: el antiguo camino de “Portes Tafulles” a poniente, la carretera de Dolores a levante y la calle de la Virgen María de la Asunción, al norte.
La carretera de Dolores tenía importancia porque era la vía principal de unión entre la ciudad y el extenso y poblado campo del sur, lo cual motivó que se asentas en los nuevos barrios del sur muchos labradores.

Vicente González en su libro “La ciudad de Elche” supone que fueron las talas de huertos de los años 1922 y 1923, las que motivaron la defensa de las palmeras, aunque hacía ya unos años que se había iniciado el debate, protagonizado en todo momento por el genio firme y decidido de Pedro Ibarra.

Las grandes fábricas de la Veta y de la Conserva, situadas hacia el sur, junto al camino de Alborricat y la carretera de Dolores, respectivamente, tuvieron incidencia en la transformación urbana de Elche, favoreciendo la ocupación de los barrios de Tripa y de las Puertas Encarnadas.